Mi foto
Estoy cursando la Licenciatura en Artes Visuales en la Universidad Nacional de Arte(U.N.A.) desde el 2006. Amo la pintura desde siempre y creo que todas las ramas del arte contribuyen a hacernos mejores personas. Hay una creencia actual generalizada en cuanto a quién y cómo puede ser apreciado el arte. Esto fundamentalmente proviene de una concepción gestada por los empiristas en el siglo XVIII cuando quedaron establecidos los criterios por los cuales era juzgado lo bello. Sólo aquellos de la burguesía que poseían una buena educación y "buen gusto" podían determinar si algo era bello o no. Hoy desafortunadamente seguimos influenciados por esos viejos criterios de ahí que se sostiene todavía si alguien tiene o no aptitudes para hacer arte.Creo,en definitiva, que todos podemos ser artistas... o no?

lunes, 12 de octubre de 2009

¿Es posible pensar en una filosofía americana?

                                                                 por Paula Sobrado

La necesidad de desarrollar un pensamiento basado en una filosofía netamente americana se sustenta en que la filosofía se encuentra cercada por sistemas filosóficos ajenos. Se produce una especie de complejo de inferioridad en el ser americano frente a la llamada “cultura universal” y se repiten modelos ideológicos eurocentristas donde prevalece el “pensamiento único” como validación de ideas tales como: desarrollismo, progreso. Desde esta visión del mito de la Modernidad se cree que el desarrollo que siguió Europa deberá ser seguido por todas las otras culturas. A partir de pensarnos en el “estar aquí” será posible comprender la situación de América: su miseria, la represión, la violencia, la desocupación y se podrá encontrar una situación alternativa que fusione lo racional y lo irracional, la luz y las sombras en definitiva el “ser alguien” y “el estar aquí”. Se podría decir que la historia de América es la historia de su dualidad que se inaugura con el arrasamiento de la conquista y se continúa con sucesivas colonizaciones. En la cotidianeidad latinoamericana co existen un mundo urbano plagado de objetos que intenta crear una ciudad pulcra como también un mundo periférico “hediondo” que amenaza con su “barbarie”. Kusch plantea un concepto fundamental que es la “fagocitación”, proceso por el cual el pasado no ha desaparecido sino que sobrevive como núcleo seminal de la cultura fundante y se impone sobre la cultura conquistadora fagocitándola y conciliando los opuestos. De acuerdo al pensamiento de Kusch: “El problema de América en materia de filosofía es saber quién es el sujeto del filosofar. Evidentemente, el discurso filosófico tiene un solo sujeto, y  éste será un sujeto cultural. Mejor dicho, la filosofía es el discurso de una cultura que encuentra su sujeto.” Esto indica que el sujeto americano a través del pensar popular propone los elementos necesarios para una filosofía americana  fundiendo lo mítico-simbólico a partir de una totalidad lo que implicaría que el hombre latinoamericano dejara de estar sometido a pensamientos que no le son propios.
 El modo de cimentar una filosofía americana sería a partir del pensamiento popular que, si bien se aleja del pensamiento racionalista  y el “deber ser” kantiano, está en la médula del ser latinoamericano. Además son las raíces, lo que Kusch llama “suelo”, como el latinoamericano puede hacer el camino inverso al propuesto por el eurocentrismo yendo de lo particular a lo universal. Otro  núcleo teórico fundamental es la identidad como búsqueda y expresión de lo propio. La identidad constituye la piedra angular del pensamiento filosófico latinoamericano. Sin embargo es difícil establecer con precisión el concepto de identidad debido a la diversidad que presenta Latinoamérica. Esta noción, tan indefinible como imprescindible, fusiona componentes objetivos y subjetivos. Por  lo  tanto  esta diversidad marca un camino que sería el de la diferencia en sí misma hecho que implica el esfuerzo por comprender la realidad  de América Latina en su diferencia y de expresar, en forma adecuada y propia,  esa  diferencia. La realidad, el suelo, la circunstancia en la que se está y vive, comprendida como diferente, se transforma en algo fundamental para el posible discurso sobre la misma.
No  es casual que los problemas  y  necesidades  nacionales  de  los  pueblos latinoamericanos  se  conviertan  en la referencia obligada  para  determinar el carácter de una nueva forma de hacer filosofía. O sea  que es a partir de la observación de las circunstancias y las problemáticas que se plantean en Latinoamérica que se pueden encarar los criterios rectores para una filosofía propia.
La integración de América no puede sólo consistir en convenios económicos y financieros o pactos, alianzas y compromisos de tipo políticos sino que una verdadera integración está surgiendo desde el fondo del ser latinoamericano. Hay sin duda una integración cultural espontánea sobre la base de factores históricos y geográficos pero a la vez se da una integración como resultado de una reflexión que tiene como objetivo un pensamiento americano. Los medios masivos de comunicación han contribuido en la difusión de los bienes culturales de las diversas regiones de Latinoamérica (aunque no de la manera más óptima) a través de una lengua en común acercando pueblos que por su situación geográfica están distantes.
En conclusión, está en marcha la creación de un pensamiento Latinoamericano que es pluricultural y por ende diverso. Al mismo tiempo, según Kusch, es necesario conciliar los opuestos y tomar conciencia de la fagocitación sabiendo además que América es sinónimo de vida y no de muerte lo que posibilita el retorno a la pregunta por el ser americano-estando aquí.
     



BIBLIOGRAFÍA

Kusch R. “Geocultura del Hombre Americano”. R. kusch, García Cambeiro, Bs. As., 1976

Kusch R. “América Profunda”. R. Kusch, Bonum, Bs. As., 1986

Kusch R. “La negación en el Pensamiento Popular”. Cimarrón, Bs. As. 1975

Padín L. “La filosofía Americana en la propuesta de Rodolfo Kusch”. ficha 5

Padín L. “Cultura-Creatividad-Identidad-Suelo y Filosofía.  Una aproximación al pensamiento de Rodolfo Kusch”. Ficha 4