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Estoy cursando la Licenciatura en Artes Visuales en la Universidad Nacional de Arte(U.N.A.) desde el 2006. Amo la pintura desde siempre y creo que todas las ramas del arte contribuyen a hacernos mejores personas. Hay una creencia actual generalizada en cuanto a quién y cómo puede ser apreciado el arte. Esto fundamentalmente proviene de una concepción gestada por los empiristas en el siglo XVIII cuando quedaron establecidos los criterios por los cuales era juzgado lo bello. Sólo aquellos de la burguesía que poseían una buena educación y "buen gusto" podían determinar si algo era bello o no. Hoy desafortunadamente seguimos influenciados por esos viejos criterios de ahí que se sostiene todavía si alguien tiene o no aptitudes para hacer arte.Creo,en definitiva, que todos podemos ser artistas... o no?

sábado, 5 de septiembre de 2009

Grupos de Boedo y Florida en relación a Rodolfo Kusch y la estética latinoamericana

El propósito de este trabajo es la extrapolación del “Calibán” de Fernández Retamar con las obras del grupo de Florida y el grupo de Boedo. A la vez que los mismos serán entrecruzados con la problemática que plantea Kusch en torno de una estética Latinoamericana.
La relación entre la naturaleza, la vida y la comunidad fue reemplazada por el protagonismo central del hombre dejándolo a éste en medio de un mundo compuesto por sustitutos, llámese técnica, economía, política que suplantan a lo simple de la vida misma y se constituye en la llamada ”pequeña historia”. Es en medio de la producción de objetos que el hombre se perdió de vista y se convirtió en marginal (inmigrantes, proletarios, indios, mestizos) quienes aún estando al margen pueden elaborar el “estar aquí” sin sucedáneos. Es la “gran historia” que  supone la supervivencia del hombre como especie en el plano del “estar aquí” en lugar de “ser alguien”.
En busca de un ajuste entre la “pequeña historia” y la “gran historia” el grupo de Boedo, al cual perteneció Adolfo Bellocq y Facio Hebequer, rechazaba las conquistas formales del grupo de Florida por considerar que el arte debía estar al servicio de la voluntad revolucionaria que anima a los sectores populares. La obra de Bellocq denuncia las desigualdades sociales a las que estaban sometidos los sectores más humildes en la década del´20. No es casualidad que el grupo de Boedo al que perteneciera, se reuniera en los suburbios en medio de un barrio obrero, donde predominaba el mestizaje, la hediondez, lo pardo.
Los “Artistas del Pueblo”, estaban especializados en grabado, y aspiraban a comunicarse a través de ellos con las multitudes, facilitando la apropiación de esas imágenes, por parte de quienes menos podían. Tal como lo expresa Kusch: “Para un gran arte, se necesita al pueblo. Nuestra América no tiene arte, porque no expresamos a nuestro pueblo. Y no lo expresamos porque no hemos comprendido aún que nuestro pueblo no es la pequeña clase media, sino el desarrapado de los suburbios de nuestras capitales, el mestizo y más allá el indio[1]. Bellocq supo interpretar la cultura de Calibán y a partir de sus trabajos, en particular la leyenda de Collón Cura, es el “intelectual orgánico” (Retamar), se desliga y descontamina de su dependencia con la cultura metropolitana. “Se debe mirar para adentro y no para afuera”, nos dice Fernández Retamar. Él propone no seguir el orden impuesto por el colonizador.
En oposición a este tipo de intelectual está el tradicional, representado por Ariel quien no rompe con las ataduras que lo ligan a la violencia colonizadora europea. Contrariamente, sigue siendo esclavo de ésta, a través de su academicismo y los modelos europeos que imita fervorosamente. Así lo hicieron los integrantes del grupo de Florida ubicado (¿casualmente?) en pleno microcentro alejado de los suburbios. Su búsqueda no proponía un espacio para la reivindicación de América Latina, sino más bien renovar las formas artísticas. La finalidad de este grupo no pasaba por dar un mensaje reivindicatorio social, sino más bien el énfasis está en lo formal, el material utilizado y el vanguardismo proveniente de corrientes europeas. No hay “una respuesta plástica a la pregunta primordial que el grupo social –por intermedio del artista- se ha hecho sobre sí mismo” (Kusch).
Podría decirse que falta el aspecto tenebroso de la vida, el registro de aquello que no es visible ya que la obra del del Prete se apoya en un equilibrio formal, estable, controlado, conciente.
La confrontación de ambos grupos “Boedo y Florida”, se sostiene a partir de las desigualdades sociales y la manera de afrontarlas en sendos casos. Para unos el arte era un medio de transformación social y por ende de transformación plástica. No adhirieron a las tendencias que circulaban en ese momento como un academicismo tardío, pero sí utilizaron imágenes realistas sin ser académicas. Fueron llamados “Artistas del Pueblo” despectivamente por la crítica de los años ’20, aunque a ellos les pareció acertada. Para poder acercar su arte al pueblo iban a las bibliotecas populares y sindicatos ¿Será por todo esto que de los doscientos grabados de los “Artistas del Pueblo” que posee el patrimonio del Museo Sívori, sólo se pueden ver escasos diez en la misma sala rodeado de las obras de sus contemporáneos?. Si bien es complejo establecer la pertenencia de ciertos artistas a uno u otro grupo (Ej. Berni, grupo Florida), es cierto que muchos de ellos estuvieron en ambos.
Podría pensarse que ambos grupos, así como el Calibán y Ariel, cada uno dependía de Próspero, ellos también de distinta manera buscaron aglutinarse “buscando el amparo sin saber ante qué” (Kusch) “El arte surge así de un miedo original que cuestiona a lo amorfo su falta de forma. La visión que un artista corriente tiene de lo Americano, contiene esa irritación de la ausencia del equilibrio formal. Se refugia en esa predisposición selectiva al estrato a lo formal, a lo estable, llevado por una especie de pánico de que lo que está abajo pudiera destruir lo de arriba. Y en el caso de rozar algo muy hondo, que penetra en lo Americano, el artista o el escritor tienden sobre esa hondura un barroco conceptual sutilmente entretejido para evitar toda posibilidad de visión o de resquicio hacia lo viviente[2]. Según Kusch aquí queda expuesta la contradicción en el plano clasista entre las expresiones artísticas de del Prete, Bellocq y Facio Hebequer y en el plano cultural por la identificación de la clase media con la cultura occidental proveniente de Europa que se contradice con la la alteridad del mestizaje.
Si bien el grupo de Boedo vinculado al comunismo intentó conciliar la “gran historia” de los suburbios y el proletariado con la “pequeña historia” de las élites, el planteo del marxismo partía de la mala distribución de la riqueza sin considerar que ésta no podía ser el único elemento que determinara a la masa sino que tal vez se soslayaron aspectos fundantes como el arraigo, la comunidad o el “estar aquí” sin más. Ambos grupos (Florida y Boedo) hicieron una lectura de la “pequeña historia” que es la de los que quieren “ser alguien” inmersos en la gran ciudad (patio de los objetos) debatiéndose entre el poder, la ciencia y la técnica.
En conclusión, si bien ambos grupos abordaron sus respectivas ideologías con marcadas divergencias cabe destacar que lo hicieron desde un mismo punto de partida que es el arte pero con distintas finalidades: para los “calibanes” la lucha por la libertad a partir de la noción de propiedad originado en Occidente y para los “arieles” la acción mimética de las vanguardias europeas.
BIBLIOGRAFÍA:
Fernández Retamar, R. “Calibán. Apuntes sobre la Cultura de Nuestra América”. Una pregunta. La Pleyade, Bs.As., 1962
Kusch, R. “El pensamiento indígena y popular en América” Cap. 9. “Simetría y Verdad” Obras completas, T. II, Fundación Ross, Rosario, Argentina, 2000, pág.402 a 413
Kusch, R. “Anotaciones para una estética de lo americano”, Revista Comentario Nro. 9, Bs. As., 1955, texto completo.
Kusch, R. Prólogos a las obras de teatro “Tango” y “Credo Rante” y “La Muerte del Chacho” y “Juan Moreira”
Kusch, R. “América profunda”. Editorial Biblos, Bs.As., 1999
Padín, L. “Fundamentos y cuestiones de una estética latinoamericana”. Ficha 2


[1] Kusch, R. Prólogos a las obras de teatro “Tango y “Credo Rante” y “La muerte del Chacho” y “Juan Moreira”
[2] Kusch, R.”Anotaciones para una estética de lo americano”, Revista Comentario Nro. 9, Bs.As, 1955, texto completo.